Una ciudad de película...
Miércoles 20 de junio de 2007
Partimos desde
Mitterfels, Alemania, hacia Austria. Salzburgo está aproximadamente a 150 km de Mitterfels. Habíamos alquilado auto y
ayudados por el GPS llegamos sin problemas.
Estacionamos cerca
de la parte céntrica, en una calle con parquímetro, eran las 13:00 y lo primero
que hicimos fue dirigirnos a la casa natal del genio de la música Wolfgang
Amadeus Mozart, que a los 5 años de edad ya componía sus insuperables obras
musicales.
Estábamos muy cerca
de su casa ya que cuando le fijamos el destino al navegador, fue la casa de Mozart: calle Getreidegasse No. 9, y hasta allí nos llevó:
Nota: Para aumentar el tamaño de las fotos clickear sobre ellas.
En esa casa hoy en día existe un Museo, propiedad de la Fundación Mozarteum, que recorrimos ayudados por las explicaciones en español de una grabación que se oye desde una especie de teléfono inalámbrico, con la música de Amadeus de fondo, un espectáculo, daban ganas de seguir escuchándolo!!
En esa casa hoy en día existe un Museo, propiedad de la Fundación Mozarteum, que recorrimos ayudados por las explicaciones en español de una grabación que se oye desde una especie de teléfono inalámbrico, con la música de Amadeus de fondo, un espectáculo, daban ganas de seguir escuchándolo!!
Se trata de una
casa de tres plantas que, actualmente, cuenta con una gran cantidad de objetos
de la época e instrumentos de Mozart, de su niñez. Es uno de los lugares más
visitados de Salzburgo y una especie de santuario para los músicos de todo el
mundo.
Así recordamos que Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, más conocido con el nombre de Wolfgang Amadeus Mozart, nació en Salzburgo el 27 de enero de 1756 y murió en Viena, el 5 de diciembre de 1791.
Que es considerado como uno de los más grandes compositores de música clásica del
mundo occidental. A pesar de que murió muy joven (apenas tenía 35 años), ha
legado una obra muy importante que abarca todos los géneros musicales de su
época. Según el testimonio de sus contemporáneos era, tanto al piano como al violín y la viola,
un virtuoso. A los cuatro años practicaba el clavicordio y componía pequeñas obras de cierta
dificultad; a los seis, tocaba con destreza el clave y el violín. Podía leer música a primera vista, tenía
una memoria prodigiosa y una inagotable capacidad para improvisar frases
musicales.
Como la entrada al
Museo nos habilitaba también para visitar otra casa donde Mozart vivió durante
siete años, a partir de 1773 y que queda muy cerca de la casa natal, en la Makartplatz No.
8, cruzando el puente Makart Steg, sobre el Río Salzach, para allá fuimos…
Esta casa fue
dañada en gran parte por los bombardeos aéreos en 1944 y reconstruida en su
forma original con la ayuda de financieros japoneses a través de la Fundación Mozarteum
entre 1994 y 1996.
Luego de visitar
esta otra casa-museo, almorzamos en una cafetería en la propia Makartplatz, es
decir, en la Plaza Makart,
frente a la Iglesia
de la Trinidad,
del año 1694. Fue un almuerzo frugal: salchichas con piel, muy parecidas a las
nuestras, y unos tostados de jamón y queso. Más tarde… helados… no podían
faltar.
De ese lado del Río
visitamos también los Jardines de Mirabell, con el Palacio Mirabell.
Indescriptibles!!
Allí se filmaron
escenas de la Novicia Rebelde,
aquella película que fue vista por nuestra familia (chicos y grandes)
innumerables veces y que nunca nos cansamos de apreciarla y admirarla. Basada
en la vida real de María von Kutschera y George Ritter von Trapp, transcurre en
esta ciudad cuando, en un convento de Salzburgo –la Abadía Nonnberg-
a fines de la década del treinta, la novicia María es enviada por la madre
superiora, como institutriz a la mansión del capitán von Trapp. El hombre es un
viudo muy rígido que tiene siete hijos indomables a los que mantiene a raya con
un estilo autoritario y dominante. Al comienzo, María es maltratada por los
niños pero de a poco se gana sus corazones, convirtiéndose más tarde en la
esposa del capitán y madre de los niños.
Después del
matrimonio entre María y el Capitán, el ejército alemán intentara que el
Capitán vuelva a su antiguo puesto militar, éste, junto con su familia, decide
huir aprovechando la celebración de un concurso de canto. El capitán se despide
de sus ciudadanos entonando la canción "Edelweiss", himno patriótico en protesta contra la
dominación alemana. Al acabar la función consiguen huir a Suiza gracias a
la ayuda de la Madre
Abadesa.
Volviendo a los
Jardines de Mirabell… La cantidad de flores y la decoración de estos Jardines
son espectaculares!! Existen esculturas, pérgolas, cercas podadas
primorosamente y fuentes que tiran agua.
Panorámica de los Jardines, se aprecia al fondo la Abadía Nonnberg y la Fortaleza Hohensalzburg |
Alrededor de la
fuente principal se encuentran cuatro grupos de figuras que representan los
elementos aire, tierra, fuego y agua. Alrededor de esta fuente bailaron y
cantaron el famoso “Do, Re, Mi”, María y los niños von Trapp.
Luego de permanecer
un rato largo en estos jardines decidimos nuevamente cruzar el puente para recorrer
el casco antiguo, bellísimo, rodeado de montañas.
Caminamos por la Plaza de la Residencia, que es la
más grande de las plazas de la ciudad vieja. Está entre la antigua Residencia
Arzobispal y la Nueva Residencia.
La antigua Residencia fue la sede oficial de los príncipes-arzobispos desde el
siglo XII hasta 1803. En ella hoy en día se dan conciertos y recepciones
importantes.
En el centro de la
plaza se encuentra una gigantesca fuente de 15 metros de altura con
cuatro caballos marinos enormes que lanzan chorros de agua por sus bocas y
narices, también tiene tres gigantes que sostienen sobre sus hombros una fuente
en la cual grandes peces tienen en alto con sus colas otra fuente y en esta
ultima está sentado el rey del mar Tritón y tira con un cuerno otro chorro
altísimo de agua. Una maravilla!!
Fue creada entre
1656 y 1661 por un escultor italiano y se considera la fuente más grande y
hermosa fuera de Italia. En esta fuente la Novicia Rebelde se moja las
manos y salpica los caballos, cantando “Tengo confianza en mí”, cuando corre
hacia la casa de los von Trapp, el primer día en que va a cuidar a los hijos
del Capitán.
Pasando la plaza
está la Catedral:
majestuosa! Su construcción data de 1614 y actualmente está en remodelación.
Tiene tres pisos y sus torres son de mármol, se entra por tres pesadas puertas
de bronce que simbolizan la fe, la esperanza y la caridad.
Esta es una toma de la Catedral vista de costado |
En esta plaza hay
carruajes, tipo “mateos”, tirados por caballos para pasear a los turistas, nos
maravilló ver como cada caballo tenía una “protección” de tal manera que no
ensucian la plaza y continuamente estaban limpiando todo con chorros de agua,
que tiraban con unas mangueras.
De golpe se armó el
coro: un grupo de turistas, quizás alemanes o austríacos se ponen a cantar a
capela con su director de coro, genial!!
Seguimos hacia otra plaza, la de Mozart, con la estatua
de bronce del músico en su centro, sitio obligado para sacarse una foto:
Esta estatua fue
fundida según un modelo del escultor Ludwig von Schwanthaler y descubierta
solemnemente en presencia de los dos hijos de Mozart.
Luego pasamos a la Plaza del Mercado, con
puestos de venta de recuerdos, allí compramos algunas cositas, las más
pequeñitas y baratitas…
Volvimos a cruzar
el Río, esta vez por otro de los puentes, el Mozartsteg y buscamos el
cementerio de San Sebastián, donde se escondieron los von Trapp para escapar de
los nazis…
Allí están también
las tumbas de los padres de Mozart, Leopoldo, que también fue músico y director
de orquesta de la corte del arzobispo, así como la de su esposa Constanze y de
otros famosos como el médico Paracelsus. En el medio del cementerio se
encuentra la Capilla
de San Gabriel, cerrada desde hace años.
Todo este barrio
hasta llegar al cementerio es muy bonito, con muchísimos negocios, llamaba la
atención que ya había muchos de ellos de ventas de adornos para Navidad, por
ejemplo el que vendía miles y miles de huevos vacíos pintados a mano, algo
curioso y muy llamativo y bonito.
Sobre esta calle, la Rainerstrasse, compramos los clásicos bombones de Mirabell, llamados Mozartkugeln,
rellenos de praliné, que disfrutaríamos a la noche acompañando un café.
En lo alto y desde
distintos puntos de la ciudad se puede ver la Fortaleza Hohensalzburg
y la Abadía Nonnberg.
Todo bellísimo!!
Volvimos a nuestra
casa en Mitterfels con la alegría de haber conocido un lugar de película… y
repitiendo en nuestras mentes, cual Julie Andrews en The Sound of Music -para
nosotros La Novicia Rebelde-
la canciones que tantas veces escuchamos y cantamos, pero esta vez con otro
decorado de fondo…
Hermoso viaje hice en este relato. Cuántos recuerdos de la infancia. Esa película que compré ya de grande y miro cada tanto.
ResponderBorrarhttp://youtu.be/GD6o0Ap8wac
VÍ LA PELÍCULA POR 1° VEZ EN EL CINE ESPAÑOL DE SALA..., EN MI INFANCIA, QUÉ BUENOS RECUERDOS! ES UN REVIVAL, GRACIAS KITTY POR ESTE REGALO.
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