Arrastrando las valijas...

miércoles, 14 de agosto de 2013

Viena



Una verdadera ciudad imperial…

(Recomiendo leer primero "Praga" y “Budapest”)
Dejamos Bratislava y continuamos viaje hacia Viena.

Llegamos a Viena, al Hotel Arcotel, muy bonito!! Nos instalamos y almorzamos en la habitación.

A las 15:00 comenzamos un city tour por la ciudad con una guía local.

Conocimos el Palacio Schönbrunn -Residencia de verano de los Habsburgo- el nombre significa algo así como “media fuente” y toma ese nombre de un manantial que se encontró en el lugar cuando se construyó el Palacio. Allí vivió la Reina María Teresa, que fue la madre de María Antonieta y tatarabuela del Emperador Francisco José, el marido de la célebre Sissi. No entramos al palacio, solo nos mostraron los jardines anteriores a la entrada… luego volveríamos…
En la puerta de entrada al Palacio
Nota: Para aumentar el tamaño de las fotos clickear sobre ellas.
Conocimos también dos edificios emblemáticos ubicados en el centro histórico monumental, uno al lado del otro, del creador del estilo joven arquitectónico, Otto Wagner, uno de ellos decorado con flores rosas en porcelana y el otro con medallones en oro. Hoy en día son departamentos habitados por residentes de Viena.


En 1897, Otto Wagner, Gustav Klimt, Joseph Maria Olbrich, Josef Hoffmann y Koloman Moser fundaron el grupo artístico llamado la "Secesión de Viena". De las ideas de este grupo se desarrolló un estilo que incluía referencias cuasi-simbólicas a las nuevas formas de modernidad. En 1898 se construye el edificio de la Secesión, un museo dedicado a las obras de todos estos nuevos artistas. Se los llamaba “del arte estilo joven” y los más ortodoxos de la época los discriminaban. Este edificio posee una cúpula que es una esfera cubierta de hojitas en oro:

Cerca de allí existe un enorme Mercado callejero, con innumerables puestos de venta de todo tipo de artículos:   



Pasamos por la Plaza de Carlos VI – La Karlsplatz – con la Iglesia de San Carlos Borromeo, levantada luego de que terminara una epidemia de peste, en 1713, y en honor de este Santo, patrono de la lucha contra la peste:

Paramos en el Palacio Belvedere, de estilo barroco, construido en honor al Príncipe Eugenio de Saboya, quién venció a los turcos por el 1700, hoy es un museo de pinturas. Recorrimos solo sus jardines, muy hermosos!!
El bus del tour nos llevó por una avenida, del Príncipe Eugenio, donde están las principales embajadas y muchos edificios espectaculares de época. Pasamos por la Plaza de Schwarberg, vimos el monumento al Soldado ruso, la Avenida Ringstrasse, llena de hoteles en antiguos palacios, el Teatro de la Ópera –también sobre la Ringstrasse– de 1689, donde en su inauguración se interpretó Don Giovanni, de Mozart. Conocimos el monumento a Goethe, a Mozart, el Palacio Imperial de Invierno, el Parlamento, de estilo griego, la Municipalidad, que parece una iglesia, el Teatro Nacional ó Burgtheater, la Universidad, del siglo XIV, la Iglesia conmemorativa dedicada a agradecer que el emperador Francisco José resultara ileso en un atentado y que está en la calle Schottenring, cerca de la casa de Freud.

Todo esto desde el bus… o sea “de lejos”, por eso al día siguiente volveríamos a algunos de estos mismos lugares, como para apreciar “de cerca”, lo que tanto nos había gustado en este primer vistazo.

Sigamos recorriendo: el Hotel Metropol, ex sede de la Gestapo, la Iglesia de San Ruperto, que es la más antigua de Viena. Pasamos por el barrio judío, donde vivió Johann Strauss, vimos su casa. El Prater, que fue un antiguo coto de caza imperial y que en 1766 se abrió al público por orden de José II, hoy es un parque enorme de diversiones, con un planetario, una vuelta al mundo inmensa, una montaña rusa, etc.

Vimos una de las sedes de las Naciones Unidas, la tercera después de New York y Ginebra, una columna dedicada al Almirante Teguetthoff, etc., etc.

A las 17:00 terminó el city-tour. El bus nos dejó en el centro, precisamente frente al Teatro de la Ópera y a partir de allí y hasta las 22:30 NOS CAMINAMOS TODO, los cuatro solos, sin guía, sin tour… únicamente hicimos dos altos en el camino: uno para comer pizza y tomar cerveza y el otro para tomarnos unos heladitos…

Comenzamos nuestra caminata por una peatonal, llamada Kärntner Strasse, hermosa!! Llena de gente, de negocios y de artistas callejeros, músicos con diversos instrumentos, hasta un piano!! En una esquina una joven japonesa había instalado su piano sobre una tarima con rueditas. Cómo tocaba!!... Un espectáculo!!


 




Bueno, caminando por esta calle llegamos hasta la inmensa Catedral gótica de San Esteban –La Stephansdom– cuya torre subsistió a un terrible incendio a finales de la Segunda Guerra Mundial. Entramos a conocerla:
Seguimos caminando y llegamos a la zona donde está el Palacio Imperial de Invierno:
Luego emprendimos el regreso rumbo al hotel, estábamos aproximadamente a 20 cuadras, lo hicimos por una Avenida muy comercial llamada Mariahilfer Strasse, donde realizamos las mencionadas paradas “alimenticias”:
El día siguiente fue “día libre”, es decir: sin tour que te despierte temprano!! Qué felicidad!!

Nos levantamos cerca de las 9:00, desayunamos y salimos los cuatro, con unos tickets de un día de validez, para utilizarlos en cualquier medio de transporte.

Tomamos el Metro, indicado con una U, a unas pocas cuadras del hotel, la Línea U3, hasta el centro, a la zona del Palacio Imperial. En este Palacio funciona la Escuela de Equitación Española, donde caballos blancos de Lipizza bailan al compás de un vals, los queríamos ver pero las funciones solo son los domingos, los días de semana se pueden ver los ensayos, pero ya estaban terminando a la hora que nosotros llegamos.

Recorrimos un poco las zonas externas del Palacio, ya que son libres y gratuitas:


Luego seguimos camino: pasamos por el Parlamento, majestuoso!! Y por el Rathaus Park, con la Municipalidad en su centro. Ahora sí pudimos apreciar de cerca todos los detalles de estos edificios que el día anterior los habíamos divisado desde el bus, y pudimos fotografiarlos a nuestras anchas, sin nadie que nos apure…

Estas son imágenes del Parlamento:





Llegamos hasta la Universidad y a la Iglesia Conmemorativa, desde allí caminando por unas callecitas, con la ayuda de un plano y preguntando a la gente, encontramos la casa donde vivió Sigmund Freud, durante 47 años –entre 1891 y 1938– y donde tenía su consultorio, ubicada en la 9, Berggasse 19 – 1er. Piso. Hoy allí funciona un Museo, entramos pero como la entrada resultaba muy cara solo sacamos algunas fotos y seguimos viaje. El resto del edificio son departamentos habitados por vieneses.

Sigismund Schlomo Freud, más conocido como Sigmund Freud, nació en Freiberg, Moravia, el 6 de mayo de 1856 y falleció en Londres el 23 de septiembre de 1939, fue médico, neurólogo y librepensador y es considerado el creador del psicoanálisis. Cuando todavía era un niño, su familia se trasladó a Viena a causa de los disturbios antisemitas. Pese a que Freud provenía de una familia de pocos recursos, sus padres se esforzaron para que obtuviera una buena educación. Ingresó en la Universidad de Viena a los 17 años, donde cursó sus estudios a pesar de que también había antisemitismo en Austria. Fue designado profesor en dicha Universidad en 1900. Las teorías de Sigmund Freud y el tratamiento que daba a sus pacientes causaron un gran revuelo en la Viena del s. XIX y el debate sobre las mismas continúa en la época actual. Escribió numerosas obras, siendo “La interpretación de los sueños” (1900) la más conocida. 

Dejamos la casa de Freud y caminamos unas cuantas cuadras hasta encontrar otra estación del Metro para dirigirnos al Palacio de Schönbrunn y esta vez sí entramos… recorrimos los distintos ambientes del Palacio, habitaciones que ocuparon Sissi y Francisco José, etc.

Isabel de Wittelsbach, Duquesa de Baviera, más conocida por el diminutivo Sissi, nació en Munich el 24 de diciembre de 1837 y falleció en Ginebra el 10 de septiembre de 1898, asesinada por el anarquista italiano Luigi Lucheni, a la edad de 61 años. Su padre, el duque Maximiliano de Baviera perteneció a una dinastía de rama secundaria de los duques de Baviera y su madre, Ludovica, era hija del rey Maximiliano I de Baviera. Con 16 años, el 24 de abril de 1854, se casó con el Emperador de Austria, Francisco José I de Habsburgo-Lorena. Por su matrimonio se convirtió en Emperatriz de Austria (1854-1898) y desde 1867 en Reina de Hungría. Dotada de gran belleza, se caracterizó por ser una persona rebelde, culta y avanzada para su época: fumaba, hablaba varios idiomas, practicaba la equitación, escribía poesía, cuidaba su figura, le gustaba viajar y detestaba el protocolo de la corte imperial de Viena, de la que trataba de permanecer alejada. Uno de los más famosos valses de Johann Strauss lleva el nombre de "Sissí emperatriz" pues fue estrenado en un cumpleaños de la soberana. También ha pasado al cine a través de películas austro-alemanas de los años 50, como Sissí, Sissí Emperatriz y El destino de Sissí, todas ellas protagonizadas por la actriz vienesa Romy Schneider.

Dicen que este Palacio es una réplica del de Versalles, y puede ser, sobre todo el jardín, que es espectacular, impactante, inmenso, con muchísimas flores y hasta una cigüeña, al fondo hay una fuente gigantesca y arriba subiendo se observa una glorieta, a los costados hay mucha vegetación, con senderos que según las versiones de las guías turísticas eran por donde cabalgaba Sissi unas seis horas al día…

También hay un laberinto vegetal y hasta un zoológico!, donde actualmente se encuentra uno de los pocos ejemplares de oso panda en cautiverio que existen.

También hay un Museo de carrozas, etc., etc…. A todo esto no fuimos, porqué?? Pues porque requiere que paguemos una entrada y últimamente estamos muy pero muy… cómo diría??... ahorrativos…
Una vista del Palacio, los jardines y hasta la cigüeña
Otra espectacular vista
Bien, luego de descansar un rato en un banco del jardín imperial, cual Sissi y Francisco José, volvimos a la realidad y a tomar el popular Metro, esta vez hasta la Karlsplatz, donde habíamos visto la Iglesia de San Carlos Borromeo.

Caminamos hacia el mercado callejero que también conocimos el día anterior, pero antes de recorrerlo y siendo para esto las 17:00 ya… y no habiendo comido nada desde el desayuno, entramos en un Nordsea, de la cadena de restaurantes de pescados, muy recomendables. Justo enfrente estaba el edificio de la Secesión, el de la cúpula de oro.

Desde allí volvimos al hotel, otra vez en el Metro. A preparar las valijas…

Al día siguiente, luego de desayunar super copiosamente, salimos a caminar un poco por la Maríahilfer Strasse, muy cercana al hotel, con muchísimos negocios, para hacer las últimas compritas: la última cajita del viaje, esta vez con la reproducción del famoso Beso de Gustav Klimt, pintado en 1907.

A las 12:00 dejamos la habitación y como es habitual en estos casos, matamos el tiempo en el lobby del hotel, muy bonito por cierto, esperando las 15:00 para tomar un taxi rumbo al Aeropuerto. Nuestro vuelo 3575 de Iberia salía a las 19:25 con destino a Madrid, allí debíamos cambiar de avión para Ezeiza, saliendo a las 24:00 y llegando a la Argentina a las 7:30 (hora argentina) del sábado 30 de junio.

El Aeropuerto de Viena un bajón… no coincide con lo “imperial” de la ciudad.


4 comentarios:

  1. Te faltó decir que el buen señor Freud nos complicó la existencia a todos!!!! juassssss

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  2. Es verdad, a ellos les resolvió sus finanzas!!!!

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