Una verdadera “ruta romántica”…
Llegamos a Munich,
desde Lisboa, en un vuelo de Lufthansa, el sábado 16 de junio de 2007
Retiramos el Volvo,
tipo country, color plata, con caja de cambios automática, pero sobre todo lo
más importante: con navegador! que habíamos reservado en AVIS desde Argentina.
Llegamos sin
problemas al complejo Mondi Holiday, constituido de bloques con varios departamentos, tipo cabañas, distribuidos en
un espacio con mucho verde y muchas flores y rodeado de un paisaje como éste:
El complejo se encuentra cerca de un
pequeño poblado llamado Mitterfels.
Nota: Para aumentar el tamaño de las fotos clickear sobre ellas.
Al día siguiente comenzamos nuestro itinerario en Alemania visitando la ciudad de Straubing, a unos 15 km de Mitterfels. Resultó ser una ciudad hermosa, que nos encantó y a la que volveríamos más adelante. Caminamos por un centro antiguo, con reminiscencias medievales, muchas torres con relojes, iglesias católicas y otras luteranas. La Catedral, que también está en esa parte de la ciudad, es muy antigua.
Al día siguiente comenzamos nuestro itinerario en Alemania visitando la ciudad de Straubing, a unos 15 km de Mitterfels. Resultó ser una ciudad hermosa, que nos encantó y a la que volveríamos más adelante. Caminamos por un centro antiguo, con reminiscencias medievales, muchas torres con relojes, iglesias católicas y otras luteranas. La Catedral, que también está en esa parte de la ciudad, es muy antigua.
La calle principal
es muy amplia, ancha y larga, adoquinada, en parte peatonal, llena de cafés,
heladerías y restaurantes con sus mesas en la calle:
Nos llamó la
atención la gran cantidad de gente en bicicleta, pensamos que era por ser
domingo, pero nada que ver, en los días posteriores comprobaríamos que en todas
las ciudades de Alemania la gente usa la bicicleta para movilizarse, no importa
la edad, ni la vestimenta y llevan a sus bebés en unos carritos que la
bicicleta arrastra. Una maravilla!!
Almorzamos en un
restaurante, sobre esta calle principal y en una mesa ubicada en la vereda, la
típica comida baviera, nos atendió una gordita alemana, también típica… La
mayoría de los platos acompañados por chucrut (repollo cortado muy finito y
cocido, con alguna salsita caliente)
Qué almorzamos?
Como un cartel
decía: “Wir Empfehlen” –que para nuestra
imaginación sería algo así como “nosotros recomendamos”–
“Bayerische Sauerkrautplatte”… aunque no sabíamos bien en qué consistía lo
pedimos… para qué!!... un enorme plato conteniendo salchichas alemanas –tipo
parrilleras– chuletitas de cerdo y carne de cordero, con chucrut y salsa a base
de cerveza… livianito el platito…
Cuando le
preguntamos, como pudimos, a nuestra gordita el nombre de la casa ella tomó un
papelito y nos escribió un jeroglífico, como insistíamos nos trajo una
tarjetita, ahora sí!: Straubinger Weifhierhauf Köhrl Brauerei – Pächter:
Familie Peller… está claro, no?
Nos encantó la
comida, la atención, el lugar, etc. la cuenta no tanto…pero bueno,
estábamos en Alemania!
Nos llamó la
atención ver en las paredes de la ciudad imágenes del Che Guevara. También nos
encantaron las vidrieras por la originalidad de su decoración:
Además, muchas de
las vidrieras estaban preparadas para un festival que se llevaría a cabo entre
el 22 de junio y el 22 de julio de ese año: el Agnes-Bernauer-Festspiele,
ambientado en la época medieval.
La historia de Agnes Bernauer se
remonta al año 1435. Agnes fue una joven hermosa, hija de un peluquero muy
humilde, de la cual se enamora Albrecht, Duque de Baviera, que contra la
voluntad de su padre, Ernest, se casa con ella, pero en cierta oportunidad, en
ausencia de Albrecht, su padre la enjuicia acusándola injustamente de brujería
y la manda matar, ahogándola en el río de Straubing, frente a una multitud que
intenta salvarla. A raíz de esto se declara una guerra entre padre e hijo, pero
años más tarde se reconcilian y es cuando Ernest construye una capilla en
Straubing, donde descansan los restos de la venerada Agnes, desde 1447.
Entramos en una Farmacia –Apotheke–
muy moderna y en la cual el farmacéutico hablaba algo de español:
Bueno, luego seguimos hacia otra
ciudad cercana, Regensburg, a unos 70 km de Straubing, otra ciudad de la magnífica
región de la Baviera, tan verde, llena de flores, de casitas blancas con techos
de tejas rojas y cada tanto una torre de una iglesia, todos pueblitos
semejantes que apreciábamos desde la ruta.
En Regensburg las casas están
pintadas de distintos colores: rosas, naranjas, verdes, amarillas y con los
techos “escalonados”:
Muchas plazas secas con fuentes y
también llenas de bares, restaurantes y alemanes… muchos alemanes…
La ciudad es atravesada por el Río
Danubio, en realidad este río nace en las proximidades. Llegamos a su ribera:
Acá también miles
de bicicletas…
Aunque era temprano
los habitantes del lugar ya hacían cola para entrar en un teatro, muy bien
vestidos, contrastando con los turistas como nosotros…
Muy linda ciudad!! Recomendable
su visita.
Al día siguiente
visitamos Erlangen, recorrimos la ciudad, la Marktplatz, o sea la Plaza principal, con algunos
antiguos edificios, como la
Universidad, dos Iglesias luteranas y un antiguo Palacio
donde funciona una galería de arte.
El resto de la
ciudad nos pareció más moderna, con negocios también modernos.
Como siempre miles
de bicicletas, hasta semáforos para bicicletas existen! Y esto lo vimos en
varias ciudades.
Almorzamos en una
especie de rotisería donde vendían todo tipo de fiambres, quesos, salchichas,
etc., colocados en unas heladeras a la vista, ordenados tan prolijamente que
merecían ser fotografiados…
Al fondo del negocio había también comidas
preparadas donde, con una bandeja, se podía elegir qué comer. Qué elegimos?:
salchichas (dos pares) con chucrut y ensalada de papas, o sea: “schweinswürstl
(zwei par) mit kartoffelsalat”
Erlangen queda a 166 km de Mitterfels y
Nürenberg a 24 km
de Erlangen, así que… allá fuimos…
Nürenberg es una
ciudad muy grande y cosmopolita, muy cerca de la estación de trenes hay una
zona antigua rodeada de una muralla, con una torre y la llamada Puerta del Rey
“Königstorturm”, con casas típicas, convertidas en restaurantes y negocios de
venta de souvenirs para el turista.
Recorrimos otra
parte más nueva con enormes edificios modernos, calles peatonales, la vieja
catedral de San Lorenzo, de estilo gótico, muchos punks y como siempre muchas
qué?... sí, bicicletas…
Hay otra zona en
Nürenberg muy verde, con bosques y lugares para hacer aerobic. En esta zona
está el Centro de Documentación Nazi, lástima que cuando llegamos ya había
cerrado.
En este Centro de
Documentación funcionaron las instalaciones del Congreso del Partido Nacional
Socialista y allí se encuentra explicada la historia del Tercer Reich.
Otra de las
características de las ciudades alemanas que hemos conocido es la paz y el
silencio que notamos en ellas, tanto de las personas como de los automóviles,
no se escuchan bocinazos, ni gritos, ni gente discutiendo, a pesar de la enorme
cantidad de personas que se ven en las calles, bares y plazas. Se los ve
relajados, tranquilos, distendidos. Trabajan hasta las 18:00 y luego… a tomarse
unas cervecitas y a comer unas salchichas con chucrut…
En nuestro cuarto día
en Alemania nos dedicamos a pasear por el pueblito de Mitterfels, por su
centro, que está apenas a unas cuadras del complejo pero donde todavía no
habíamos estado. Es muy agradable, pequeño pero prolijo, limpio, lleno de
flores. Eran aproximadamente las 12:00 y ni un alma en las calles, todo
cerrado.
Estuvimos en el
Ayuntamiento, donde funciona la
Oficina de Información Turística. También en la Iglesia de St. George,
pequeña, luminosa, prolija también, hermosa!
En el centro del
pueblo hay un pequeño puente sobre el Donau Regen (Río Danubio):
y una fuente,
símbolo del pueblo, con una figura de mujer inclinada, cargando dos baldes con
agua:
Seguimos para Straubing,
a la estación de trenes, para averiguar horarios y precios del tren para la
ruta romántica pero los precios nos parecieron muy elevados…
Nos dirigimos al
centro de la ciudad, a la misma calle principal, ancha y adoquinada donde el
domingo habíamos paseado y que nos había gustado tanto.
Qué hambre!! Qué
ganas de comer pizza!! Y allá fuimos los
cuatro por las calles de Straubing en busca de una pizzería, nos costó
encontrarla, pero al final en una, chiquita y atendida por un amable turco, nos
mandamos dos enormes pizzas… acompañadas de unas heladas cervecitas…
-“De Argentina?!
Maradona, Mesi y el Che…”- Je, Je!! Qué mezcla!!
Volvimos a
Mitterfels, pasamos por el supermercado cercano al complejo y luego a descansar
un poco, tomar unos mates bien argentinos y salir a caminar por las
inmediaciones, sacar fotos y seguir admirando la tranquilidad, el paisaje y las
flores de la zona. Nos llama la atención la confianza de la gente, dejan cosas
valiosas en la calle o al alcance de la mano, por ejemplo escaleras, adornos,
etc., en un vivero veíamos en la calle macetas con plantas y el negocio
cerrado!! Cuánto durarían en Argentina??
Otro día que
comienza: Guten morgen!! (o sea Buen día!! en alemán)
Hoy fuimos a Munich
en tren.
Nos levantamos un
poco más temprano que de costumbre y salimos con el auto hacia Straubing. Lo
dejamos en el estacionamiento de la Bahnhöfen, es decir la estación de trenes, con un
parquímetro que por 4 Euros cubre el día entero.
Sacamos unos
pasajes a Munich dentro de un plan económico para fomentar el turismo y las
visitas de un día por las ciudades de la región (Bayern o Baviera), en nuestro
caso, los cuatro, ida y vuelta de Straubing a Munich, pagamos 29 Euros, o sea
baratísimo comparado con los costos de los viajes en tren habituales.
El tren salió a las
10:16 y llegó a Munich a las 12:18, con un transbordo en Neufahrn.
El viaje fue muy bueno
y el tren muy moderno y confortable.
La Estación de
Munich es fabulosa, enorme, parece un Aeropuerto. Llena de locales de todo
tipo.
Como el día estaba
feo y lluvioso al llegar a Munich, nos tomamos un City Tour en la Oficina de
Información al turista, que está pegada a la estación. Este tour recorre los
principales lugares de la ciudad en aproximadamente una hora, en un bus cuyo
piso superior está descubierto, o sea sin techo, y con las explicaciones en
español desde unos auriculares.
Así fue como cuando
llegamos al centro de la ciudad nos bajamos y comenzamos una caminata por la
zona.
Como siempre
encontramos una ciudad repleta de bicicletas y de gente que va y que viene…
miles de turistas…
En la Plaza
principal, la Marienplatz, llamaba la atención un muchacho con una super tanga
y nada más!! con su cola al aire y un cartel que decía algo así como que “fumar
hace mal”… obviamente todos lo fotografiaban y para no ser menos, nosotros
también:
Independientemente
de este “aditamento” gracioso, la Marienplatz ofrecía otro tipo de
espectáculos: en
un lateral de la bulliciosa plaza se alza la Glockenspiel, o sea el
ayuntamiento. A las 11 de la mañana, a las 12 y también a las 5 de la tarde, se
concentran multitudes frente a su torre, para observar el movimiento de unos
muñecos. Después de sonar las campanadas horarias, unas figuras mecánicas
empiezan a moverse en lo alto de la torre, realizando la danza de los
toneleros. La torre estaba en obras, con parte de ella tapada, y dejando al
descubierto únicamente la zona de los muñequitos.
La fachada gótica del ayuntamiento,
es sencillamente impresionante.
En esta zona, es donde Munich pasa a
ser una ciudad más, con multitud de tiendas de grandes marcas, ubicadas en los
alrededores de la plaza.
Muy cerca también está la Catedral, con sus dos
cúpulas verdes:
Almorzamos en una típica y
tradicional cervecería, muy grande y muy bien puesta, una de las de más
renombre y más populares de Munich: la Hofbräuhaus, donde comimos las también
tradicionales salchichas con ensalada de papas, acompañada de los clásicos
panes alemanes, llamados pretzel, que son una especie de lazo de pan, que
parece un caracol, color marrón oscuro por fuera y muy blanco por dentro y con
granitos de sal gruesa pegados en el exterior. La comen todos!! Hasta los más
chiquititos y los sirven también con las comidas:
En esta cervecería nos sacamos esta
foto con el automático de la digital, por eso parecemos que nos estamos
asomando a la foto:
Volvimos a la estación de trenes en
el bus del tour, caminamos un poco por los alrededores, donde hay un jardín
botánico inmenso, con unas flores y unas fuentes espectaculares:
Tomamos unos heladitos en la
estación… Compramos unas “raras” golosinas al peso, que tuvieron una muy buena
aceptación cuando llegamos de regreso a La Plata.
Tomamos el tren de
regreso a las 17:44, el cual hizo el mismo recorrido y el mismo transbordo que
a la ida.
Anecdotario de
Munich: en la estación te cobran hasta para ir al baño: 0,80 de euro c/u, si
bien en varios lugares hemos visto que piden una colaboración, una monedita
voluntaria, acá hasta molinete había para poder entrar al baño…
Aproximadamente a
las 13:00 del día siguiente, partimos para Passau, una ciudad ubicada muy cerca
de la frontera con Austria y a unos 70 km de Mitterfels.
Dejamos el auto en
un estacionamiento y caminamos hacia el centro de la ciudad, calles peatonales
con negocios muy modernos y con la típica construcción alemana.
Almorzamos en un
restaurante todo de pescado, llamado “Nordsea”, muy bueno y muy rico todo. En
realidad es una cadena de restaurantes que luego encontraríamos en otros
lugares. Recomendables.
Luego tomamos un
heladito refugiados bajo un árbol ya que cada tanto lloviznaba y a ratos salía
un débil sol.
Caminando,
caminando llegamos al Río -el Danubio otra vez- con una costanera muy bonita,
un paisaje del otro lado del río, hermosísimo, muchas, muchas flores como en
toda Europa y esa edificación que tanto nos gustó, con casas de distintos
colores, los techos a dos aguas y de fondo una vegetación magnífica y bien
tupida que preanunciaba la cercanía del paisaje austríaco:
Un puente que une
las dos orillas y unos cuantos cruceros en los que se podían apreciar hasta los
camarotes de los pasajeros
Nos encantó esta
ciudad, este paisaje fue como un regalo para la vista que no nos podremos
olvidar nunca:
A las 17:00 emprendimos el regreso, a preparar las
valijas ya que al día siguiente partiríamos para Praga, capital de la República
Checa.
Gracias Guille por permitirme pasear a tu lado y conocer esos hermosos lugares no se si algún día podre ir pero ya los disfrute junto a ustedes
ResponderBorrarMuy lindo todo.
ResponderBorrarLas golosinas no llegaron a Buenos Aires, pareciera que mi hermanito arrasó con todas ellas en La Plata, juassssssssssssssss